Fray Agustin Rocabado, un religioso de la orden de San Agustín, hizo nombre durante la guerra de la independencia americana (1814-1825) al acaudillar una tropa de revolucionarios logrando serias bajas en las tropas reales.
En la obra ‘Diario de un soldado de la independencia’ (Vargas, 1982) estan plasmadas las circunstancias en las que el fray Agustín Rocabado, oriundo de Tapacarí y comandante de una tropa de 50 patriotas, fue detenido en las afueras del pueblo de Calliri junto a su capitan Pedro Rocabado tambien de Tapacarí. Ambos cayeron prisioneros, junto a 24 hombres de su tropa, y enviadosa a Cochabamba donde fueron fusilados y decapitados por órdenes de don Agustín Antezana, gobernador subdelegado del partido de Quillacolo. Las cabezas de los desafortunados fueron enviadas a Calliri para ser expuestas en la torre de la plaza.